Hoy quiere verte, sabe que la esperas.
Corre descalza entre las nubes de polvo que en su carrera levanta.
No encuentra el camino que a ti la lleva,
ni las señales que la dejaste para que en su soledad te buscara.
Siente que la angustia la invade, se sumerge en el vacío, ¡tu no estas!
Es incapaz de llegar a percibir tu llamada, ver tus huellas..
Sus ojos son dos lagos, en los que el agua refleja su pena,
las lagrimas, vacían el lago que la angustia había llenado,
Ellas impiden que pueda mirar no la dejan ver el horizonte donde tu la esperas.
Sabe que el tiempo borra las huellas, que la distancia se hace muy larga, la oscuridad muy densa.
El olvido es un arma que si llega todo lo pierde nada recuerda.
Corre sin rumbo nadie la observa, sobre una roca se sienta… espera.
Con su cabeza entre las manos descasa, piensa que no quiere que tiempo pueda con su indomable intolerancia, borrar lo que un día vivió.
Necesita volver a verte que la abraces, aunque después todo vuelva al sitio donde lo dejaste, que el tiempo por fin se encargue de no dejar rastro.
La Reyna Roja domingo 26 de diciembre de 1010
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