MENDIGO
Caminante sin prisa, a ninguna parte vas
alargas los minutos, expulsas la noche
continúas andando solo hasta el derroche
del tiempo en soledad, vano de expectativas.
Sonidos apagados, tormenta en deriva
truenos callados, con rayos a troche y moche
gotas secas que caen, buscando tu reproche
los labios sellados por tu vida cautiva.
Silencio que a su lado, eres cómplice, amigo
especial, compañero en las penas… cobijo
vacío de palabras, te lo llevas contigo.
Despacio caminante, en tu vida mendigo
dueño de libertad sin leyes ni cortijo
amo en las aceras, cartones por abrigo.
La Reyna Roja
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