jueves, 31 de octubre de 2013

LA ALBORADA


LA ALBORADA

He llamado a la puerta de tu ausencia
buscándote en las sombras fantasmales,
donde se oculta el sol de la inocencia
y nacen los instintos terrenales.

Bésame, que muero de impaciencia,
desata mis instintos animales,
abrázame te pido con urgencia,
déjate de venganzas naturales.

Comienza la alborada nuevamente,
desde la madurez de las pasiones
y la insensatez de la lujuria.

Déjame que en tu cuerpo me caliente,
que te colme de nuevo de atenciones
y el sol vuelva de nuevo con más furia.

La Reyna Roja




SEDIENTA Y SOLITARIA



SEDIENTA Y SOLITARIA

Sedienta y solitaria, me pierdo por caminos,
me he vuelto temeraria por bosques sin destinos,
a tientas y buscando voy con la soledad
como la luz errando, perdida en la orfandad.

Le pregunto yo al cielo. ¿Por qué dejo mi vida?
¿Por qué dejó mi suelo, barrido en su partida?
Respóndeme silencio, cuervo loco y lejano
que tanto reverencio, -devuélveme el verano-.

 Me adentro en el sendero que caminé a su lado.
¿Por qué no me ha esperado? ¿Por qué se fue primero?
Desgarrada en tormenta de lágrimas saladas,

a mi amor yo le llamo, le llaman mis miradas,
en el azul cobalto de un cielo que viajero,
envuelve en su silencio, al ser que más he amado.

La Reyna Roja


INALCANZABLE



INALCANZABLE

Buscaba yo el reproche en su mirada
por tanto amor herido y traicionado,
-por cosas que furtivas han pasado-
por ser algunas veces ignorada.

Toda su vida me fue entregada;
ahora, me has dejado, ser amado:
muda y silenciosa te he buscado,
tú te alejas, te vas hacía la nada.

Se ha abierto ya tu tiempo de partida,
te alejas a tu mundo separado,
el mío queda frío, interminable.

El tuyo se lo lleva con tu partida.
Viviré como un loco enamorado
soñando nuestro amor inalcanzable.


La Reyna Roja

CIEGO DE DOLOR




CIEGO DE DOLOR  (Con cambios)


Es mística la risa del capote,
meciendo su destino en plena cara,
su suerte ya en el ruedo lo prepara
la tierra se estremece con su azote.

“Muleta” que te muestras con un brote
sacrílego que bello se enmascara,
belleza, que divina se le aliara
el toro con la vida como dote.

Espada enrojecida, que en la arena
empuja para el toro su desplante
con gritos en sus ojos, ya su pena

apaga, y embistiendo vigilante,
al diestro, con congoja le condena
y ciego de dolor, le ataca errante.

La Reyna Roja



CIEGO DE DOLOR   (Soneto original)

La mística sonrisa del capote
le mece su destino en plena cara,
su suerte ya en el ruedo lo prepara,
la tierra se estremece con su azote.

Muleta se le muestra con un brote
sacrílego, que bello se enmascara,
belleza, que divina se le aliara
al toro con la vida como dote.

La espada con la ciénaga en la arena
empujan a que el toro se desplante,
al grito de ¡matón! su mala pena,

apaga y embistiendo vigilante
al diestro, con la muerte le condena
y ciego de dolor le ataca errante.

La Reyna Roja






BAJO EL SOL, BAJO LA LLUVIA



BAJO EL SOL, BAJO LA LLUVIA

Pegada  al olmo frágil del camino
enraizó una semilla femenina,
cambiando así su vida y su destino
con una fuerza nueva que fascina.

Las raíces se cruzan en su sino,
se buscan y una rama se encamina
a cubrirla del sol, que peregrino,
la baña con sus rayos, la domina.

Unidos bajo el sol, bajo la lluvia,
van pasando los años y envejecen,
pero un atardecer del mes de mayo,

de una fuerte tormenta cae un rayo
y en una luz mortal se desvanecen.
El fuego les devora. “Aunque diluvia”

La Reyna Roja


MI VIDA EN TUS OJOS

MI VIDA EN TUS OJOS

Mi vida se ha borrado de tus ojos,
dos fanales sin luz y solitarios,
y son mis alas sin las tuyas varios
plumajes enredados en manojos.

Perdida está mi boca sin tus rojos
labios, son de confites campanarios,
tus recuerdos expresan mis calvarios
dejando sin la flor a los hinojos.

Se pierden los sonidos sin tu acento
con mis pasos que huyen sin tu estrella,
y sin ti mi lamento se afemina.

Corro tras el aroma de tu  viento
y rastreo  la estampa con tu  huella
que comienza en mí, amor, en ti termina.

Mi vida se ilumina
cuando tu formas parte de mi mundo,
sin ti soy un paria, un vagabundo.

La Reyna Roja  (Con rimas de Miguel Hernández)



GRITOS



            GRITOS

Sin voz grito al silencio
de sorda intransigencia,
no quiero seguir mirando la derrota
que llega con el alba
de oscura sordidez
en la que vivo encubierta.

Sin gritos, grito al silencio,
para que escuche mi clamor desde el desierto,
mi clamor encerrado
en el caparazón
de la soledad del pozo de la razón.

Muda voz, la conciencia,
que apaga el grito sin llegar a desfogar
de mi cuerpo al abismo,
donde pueda vagar
por el camino de mi callada agonía.

Es el grito callado,
que llamó a la puerta cerrada del silencio
sellando la garganta
para que no me oyeras
clamar en la noche, ocultando mi locura.

¡Calla, grito apagado!,
solo eres el canto que sale desgarrado
causando mi dolor.
Duérmete suavemente,
deja que mi intransigencia pueda oír tu voz.

La Reyna Roja



RECUERDOS



RECUERDOS  
           
No sé por qué escondí los recuerdos, en el corazón del árbol de la vida, 
por el camino del olvido entre callejas serpenteantes y dragones
con coraza de hojalata desfilando al son de una cigarra, que cansada
de su vida anacoreta, decidió ser guardián del viejo árbol.           
El árbol donde los recuerdos se amontonan, esperando que vuelva
 a recogerlos el día que cansada de vagar, sienta la nostalgia del recuerdo.      
Volveré a subir por la calleja,  donde la sombra alargada del ciprés          
impedirán que se divise el camino y sus ramas me cerrarán el paso.      
Los dragones apretaran sus filas obedeciendo a la cigarra anacoreta,    
impidiendo que llegue y abra el corazón del árbol viejo, qué destape la caja de Pandora, sacando los recuerdos a la vida.         
¡¡Es mejor que sigan encerrados!! que el olvido no daña ni ensombrece,
recordar seguro que hace daño... cuando guardas los recuerdos,
es porque no quieres recordarlos.   

La Reyna Roja

NIEVE EN LA CUMBRE


NIEVE EN LA CUMBRE


Ya de nieve es la cumbre, de cenizas los suelos,
de sombra el horizonte, de verde la pradera,
la mar muestra sus gises sus naranjas los cielos,
acercan el crepúsculo a la vida que durmiera.

Nieve que en el invierno, llama a la primavera,
secándose en verano y esperando el otoño
se ve el invierno triste que anuncia su quimera,
viene firme marcando que murió ya el retoño.

La nieve borda sienes de caminos vividos
largos días de lluvia que agostaron la espera,
con pesadas cadenas forjaron los latidos
me dieron el carácter que el dolor no me diera.

Era una flor fragante creciendo en la ladera,
sencilla margarita  y alegre madreselva,
que se fue marchitando al llegar la primera
nevada, su color y su aroma se apagó.

Avísame con tiempo que me esperan ya fuera,
déjame algunas horas para ver las estrellas,
y llenar la maleta con todo lo que quiera 
que quiero despedirme del amor y de las penas.

La Reyna Roja


¿QUE FUISTE?



¿QUE FUISTE?

Fuiste viento de paso
que dejó insolación,
huracán de verano que arrastró a su paso
lo poco que quedaba
de mi creencia humana.
Fuiste ese pajarillo que aprendía a volar,
tus alas no se abrieron
eras piedra no más.
Fuiste el ruin fantasma, arrastrando cadenas,
escondido en el aire,
escondiendo tu cara
en singular encuentro entre sabana y jaras.
Aprendiz de ratón,
corazón de león,
de poeta ilustrado con mente de diablo,
de acciones prepotentes
y el yo desesperado.
Un Don Juan de la vieja escuela y sin espada,
queriendo conquistar
perdiendo la razón;
quisiste ser parte del humo que se esfuma
el aire huracanado
con forma fantasmal,
cuerpo de nube, alas de pájaro espino,
el tonto fracasado
perdido en su ilusión.


La Reyna Roja

LA SIEMBRA



LA SIEMBRA

Sembrado entre la piel del manto de la vida,
 en el suelo abonado de llanto y de dulzura,
nace el amor al ser que en ti creó figura
la historia de un ayer de color que se olvida.

El horizonte te une, con azules colores,
como una sola cosa lineal al mar y el cielo,
vida y muerte cosidas de desamor y amores,
ceñidos al completo con la tierra y sus suelo.

El amor es la unión de deseo y cariño,
un coctel que emborracha de vida al corazón.
Cuando el amor se va, se lleva la razón

ya no es manto de vida, se muere en desaliño, 
deja de ser el ser que nos lleva a mirar,
donde se pierde y funde el cielo con el mar.

La Reyna Roja




POBRE CANTOR



POBRE CANTOR

Mirando hacia la reja,
cantaba el ruiseñor en la mañana,
sin ver que le inocula
una mirada atroz en la ventana,
haciéndole su diana.

EL canto despertó
a la linda canaria de sus sueños,
que tierna le brindó
su querer, con trinares marfileños,
"que no gusto a sus dueños"

Pobre cantor truncado,
va el ruiseñor al suelo desvalido,
su cantar no ha gustado
y una sanción su  cuerpo ha recibido.
“Un acto sinsentido”.

La Reyna Roja




POBRE CANTOR  (II)

Mirando hacia la reja
que encierra a su canaria cada día,
el ruiseñor corteja
a su amada, sabiendo que sería
amor que moriría.

El amo de su anhelo
le cierra toda puerta a la esperanza;
existen por el cielo
otros trinos más dignos de confianza
y enfadado le lanza

al ave un grito fiero,
haciendo que este escape desvalido.
Pobre cantor viajero
es difícil romper lo establecido
si no es lo convenido.


La Reyna Roja



PLANETA DE AGUA



PLANETA DE AGUA

La inmensidad del universo es vida,
vergel que anida
el planeta de agua, que es la tierra,
donde se encierra
la belleza del mundo en el que vivo
feliz, Cautivo
de su cielo de estrellas, sol y luna
y soy mendigo
de su realeza noble que me acuna.
De su vergel, me tiene a mi cautivo.

La Reyna Roja

MUERTE SILENCIOSA



MUERTE SILENCIOSA

Me pierdo cuando miro el universo
y en el inmerso
le sigo en su silencio, y lentamente
llama a mi mente
mostrando su dolor tan infinito.
En mudo grito,
él muestra que su muerte es silenciosa
y es delito
Que estamos arruinando la vida hermosa.
Inmerso con mi mente al mundo grito.

La Reyna Roja

VERSOS


SEGUIRÉ



SEGUIRÉ         
           
Yo seguiré amándote escondida      
esperando paciente tu llamada,      
te buscaré en las aguas del arroyo  
en las algas del mar, en la montaña.
           
Sentiré que los besos me despiertan           
como lo hacias tú de madrugada,    
tus abrazos en los naranjos a escondidas    
y tu sonrisa llena de esperanza.
           
Seguiré esperando tu regreso,         
porque nada se pierde para siempre,         
cuando se ama, se siente  la nostalgia        
de seguir amando eternamente.     

Espero con cautela tu regreso
mirando tu llegada en la ventana,   
si no llegas apagaré las luces,          
dándole nueva luz a la confianza.

No importa me regales tu silencio,  
con él esperaré yo tú llegada           
escuchando el cantar de las alondras,         
soñando con el sol que tú me dabas.
           
Lentamente me encierro en tu recuerdo    
a pesar del dolor y el desengaño,    
esta vida merece ser vivida, 
vivirla con amor, ya es un regalo.


La Reyna Roja

sábado, 19 de octubre de 2013

GORGOJOS



GORGOJOS

De mi oscura e ilusa fantasía
quiero despojarme sin complejos,
ver un rayo de luz, un nuevo día,
en la selva mortal de los espejos.
desnudar de su risa a quién hería
con gran insensatez, y sin manejos,
devolverle la vida al que moría,
porque la honestidad vivía lejos.

Al mundo desnudaba pensativa,
girando en un vacío de emociones
estamos en un barco a la deriva,
el rumbo lo marcaban las acciones
del lobo y su manada posesiva,
los buitres esperando sus raciones
contemplan la matanza desde arriba

afilándose el pico en los sillones,
esperan con paciencia los despojos
de una población sin algodones,
viviendo en un campo de restrojos.
Disputando el alimento a los leones
que esperan, mirándose a los ojos,
el lento debatir de sus razones
y engullirlos como a simples gorgojos.

La Reyna Roja




EL SOL SE HA APAGADO




EL SOL SE HA APAGADO  (copla de arte mayor)

Me dijiste, siempre yo estaré a tu lado;
mi luz soñadora se encendió rendida,
compartimos casa, compartimos vida,
noches de pasión que el tiempo ha borrado.
Gritos y reproches todo lo han cambiado,
reproches que hicieron volar el valor
de seguir unidos sin ningún calor.
todo ya es sombra, el sol se ha apagado.


La Reyna Roja

MADRID



MADRID

Madrid, ciudad divina,
-manantial donde brota mi existencia,*
pegada a mi camina
tatuada entre mi piel.
Es un punto de encuentro y de culturas,
la torre de babel,
una ciudad de alturas.
-Fuiste emirato al Ándalus Omeya,
a veces capital, otras consorte,
Felipe Segundo te hizo Villa, Corte,
has crecido, fundida en fortaleza
ahora eres, autentica beldad
eres  cosmopolita, una ciudad
donde fluye la vida y la belleza.
-Asombras con tus cielos tan azules,
la alegría del pueblo, su grandeza 
y las tardes tan  dulces en tu suelo.
- De mi Madrid, al cielo.

La Reyna Roja



POETA PERDIDO



POETA PERDIDO

Limitas los sentidos con  antojos,
no dejas expresar el pensamiento,
pretendes que se piense en un momento
dejando el corazón entre despojos.

Escribir es arrojarse de hinojos
ante un papel, un lápiz, y con tiento,
compartir de ti mismo el sentimiento
para hacer que lo lean otros ojos.

Abrir el corazón frente al espejo
despegando de él las emociones
escribiendo sus muchas emociones
y hacer con todas ellas la poesía.

Escribir sin placer es la agonía
del poeta perdido en su reflejo.

La Reyna Roja


ABSURDA IDENTIDAD



ABSURDA IDENTIDAD

Camino entre los juncos, voy perdida
mirando como el agua corre al mar,
ciega, inútil,  sin sentido hundida.
¡Ya ni la luz del sol me quiere hablar!

Hoy no encuentro la puerta de salida,
mi existencia se niega a retornar:
si mi destino es ir viendo la vida.
¿Por qué paso al camino sin mirar?

Mi principio y mi fin solo es quimera
un reflejo en el río, un sortilegio,
sumida en el absurdo privilegio,
del mundo misterioso  que emergiera.

Vislumbrando ese yo que no perdona,
absurda identidad que me abandona.

La Reyna Roja


lunes, 14 de octubre de 2013

TEMPESTAD



TEMPESTAD

Eres la tempestad, que llegó tras la calma,
el viento huracanado que atravesó la noche
rompiendo los cristales que encerraban el alma,
barriendo con tu fuerza hasta el último reproche.

Tu fuego conseguía prender la luz del faro,
relámpagos y truenos rugían en el cielo,
las nubes caudalosas se unían sin reparo
al viento; trasladando luces de terciopelo.

Llegaste con la noche y encendiste la luna,
sembraste con estrellas la tierra seca y fría,
llenando de colores los lienzos malicientos.

Eres la tempestad, que llenó de fortuna,
el triste atardecer del jardín que moría,
despertando la flor, sembrando sentimientos.

La Reyna Roja


MARÍA



MARÍA

Superación y fuerza dejaste como ejemplo
eras como una estrella que se escapó del cielo,
volar tú no podías pero te ayudó el viento
traías  en tus manos inmensos sentimientos.

Tu vida fue tan corta, tan llena de belleza,
conseguiste tu sueño, con empeño y con fuerza
y el respeto del mundo del ruido y del motor
en el que te moviste volando con pasión.

Mostrabas sin pudores la estrella de tu risa
disfrutando el momento de un nuevo despertar,
bebiéndote la vida y el tiempo no vivido
como recién nacido comenzaste a explorar.

Compartiste tu dicha, compartiste tu fama,
encendiendo una llama de fe en el oprimido
en el niño que sufre, en el viejo querido
y al desfavorecido, la fuerza tú le dabas

encendiendo la llama con calor y cariño.
Pero el cielo te llama y hacia el cielo te vas,
cubierta con la noche mecida por el viento
para ocupar tu puesto en el mar celestial.


La Reyna Roja

RECUERDO



RECUERDO

Dentro del alma el recuerdo se oculta,
dentro del alma cerrose  mi vida,
quiero sacar la  inocencia escondida,
ver el progreso en  mi vida de adulta.

Siento alegría, mi tiempo me indulta,
siento alegría, por verme fundida,
entre el ayer de niñez sin salida
con el presente, que feliz resulta.

Cada vivencia merece el momento;
con ilusión, a pesar de mi sino
he conseguido cambiar el destino,
viendo girar el motor del aliento
firme en su lucha mostrar el camino
hasta lograr el entorno divino.


La Reyna Roja

viernes, 11 de octubre de 2013

TU ESFERA



 TU ESFERA

No podrás recobrar los veinte años
que volaron en busca de algún cuento,
sin tiempo de cubrir un sentimiento
sin oportunidad de desengaños.

Veinte años conviviendo con su aliento
compartiendo el sonido tan extraño,
un tic tac que no para, y hace daño,
se lleva cada día con el viento.

Los segundos se acortan al compás
del latir de su loco corazón
que no elige  minutos al azar.

Desde su esfera mira donde vas-
colgando en la  pared del tu salón-
o en tu mano dejándose llevar.

La Reyna Roja


AMOR, TE ROBARÍA



AMOR, TE ROBARÍA

Robaría si pudiera el alma al viento
la sal a la mar, la pesadilla al sueño,
le robaría el color al sol trigueño
a tu corazón herido, su tormento.

Robaría de la biblia el juramento
al fuego de San Telmo un trozo pequeño.
Robaría al alba el despertar risueño
y a tu boca que calla, el sentimiento.

Robaría de las rosas sus colores,
a la alondra los cantares y sus alas.
Robaría al reloj minutos y horas

que en tus manos pondría de mil amores.
Robaría a todo el mundo las escalas
para subir al cielo y bajarte auroras.

Robaría tu amor, amor te robaría.

La Reyna Roja


CONTEMPLANDO



CONTEMPLANDO   (Cuento)

Sentada contemplando la mirada del niño
que absorto vigilaba un pato con cariño.
Ágil como gacela le coge sin recelo
quiere con su abuela llevarlo sin apelo

es su empeño y no ceja, le abraza con dulzura
y en sus ojos refleja su decisión segura.
La madre con paciencia le explica que al patito
le llorará su ausencia la mama y con un grito,

buscará por el parque sin descanso al pequeño
y su pena la hundirá. ¿Tu mi amor quieres eso?
¿Quisieras que otros brazos te llevaran muy lejos?

¿qué otra mamá cuidara tus juegos y tu sueño?
Con ojos inocentes mira el niño a su preso
un beso da en su pico, le deja sin cortejos.

La Reyna Roja