CANTANDO SE VAN LAS PENAS
La música sonando, le da color al alma
y siembra de coraje la flor de los sentidos,
llenando con su ritmo de sabia los latidos
del corazón que sueña, añorando la calma.
Cada nota que fluye, el espíritu ensalma
y borda una diadema de versos conocidos,
que despiertan de gozo los anhelos dormidos
de la luna estival debajo de la palma.
Derrite con tu boca la coraza de hielo,
que cubre con silencios las teclas del piano
deja que suene el viento, deja que silbe el cielo,
deja que el universo te lleve de la mano,
que te cante la luna, que prenda por tu pelo
las letras que en su fragua talló un día Vulcano.
La Reyna Roja
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