SIN GRACIA
Me despierto buscando una sonrisa
con un chiste que no me haya contado
pero mis neuronas se han perdido
y solo encuentro dos leones abrumados,
cansados de mirar siempre aburridos
el otro lado de la calle.
“Con lo bien que estarían en la estepa
y no aquí escuchando desvaríos
de una gran colección
de percebes podridos”,
insigne procesión de marionetas
bailando al tirón de hilo amargo
que les metió por el culo la coqueta
frau Angela de Deutschland
en colaboración, con el dios banco.
¡Que duro es sonreír sin ver la gracia,
de próceres lustrados de ignorancia.!
Mas no se puede estar siempre enfadado,
es gracioso pensar que quien te enfada
es aquel que con la honestidad del niño
te pidió la llave de la hucha
y tú se la tendiste con cariño.
Anochece, y por fin he encontrado,
ese chiste que no me había contado.
La Reyna Roja
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