viernes, 6 de marzo de 2015
GITANA
GITANA
Tus ojos son dos zafiros
que cuando miran, encienden
volcanes de fuego y prenden
en el alma los suspiros,
que van siguiendo tu huella
y en la mata de tu pelo
de sedoso terciopelo
se prenden como una estrella.
En la noche con el canto
de una salve marinera,
tu cuerpo suave de cera
danzará con el encanto
de una gitana moruna,
con el ardiente calor
de tu raza y el fervor
de la Alpujarra. ¡Tú cuna!
La Reyna Roja
PERDIDA SIN PALABRAS
PERDIDA SIN PALABRAS
Perdida en las estrellas,
desnudas de belleza las ideas,
ocultas ya sus huellas,
en el viento sortean,
el oscuro color de la tormenta.
En la lejana la luz
se estremece callada, se fragmenta
sin palabras, sin ruido,
agotando sin prisa cada risa,
cada idea o sentido,
cada fuente lejana, cada brisa.
Dejando poco a poco sin aliento
el alma en un rincón,
lejos del mundanal y cruel tumulto,
oculta su pasión
en un papel sin vida, en un cuento.
Expuesto a las miradas,
de ojos tallados en espejos
del yo, en las agitadas
aguas de un mar carente de reflejos.
Despojada mi alma,
de lápiz, de papel, de rima y verso,
busco en ella la calma
buceando en la paz de mi universo.
La Reyna Roja
OLVIDO
OLVIDO
Sus recuerdos fluían y después se
alejaban,
su mirada buscaba perdida en el
vacío,
entre las nieblas grises y un dulce
desvarío,
entraban las tinieblas, en su mente
se anclaban.
Su cuerpo continúa en éste mundo,
con el tiempo la mente se ha borrado
y al viento sus vivencias han volado
¡Qué dolorosa impotencia
ir mostrándole un camino
en el aire evaporado!
¡Duele tanto ver su olvido!
La Reyna Roja
MI CUNA
MI CUNA
Suspira envidiosa la luz del día,
mirando que el alba maravilloso,
pasea tus calles de andar hermoso
mostrando su gracia, su simpatía.
Madrid es cultura, vida, alegría,
un cuadro perfecto; Goya famoso
pintado en el aire lienzo orgulloso
al mundo le muestra su gallardía.
Esencia, placeres, amor, belleza;
sus plazas vestidas de luz y flores.
y calles ornadas con la grandeza
de gentes que viven con los valores
gentiles que brinda su fortaleza.
Madrid es la casa de mis amores.
La Reyna Roja
MOSAICO
MOSAICO
Las ninfas del río Tajo
evocaron los lamentos,
tus mitos en cuatro telas
Garcilaso, son mis fuegos.
Cantando a la noche oscura
de místico y sensual criterio;
un camino espiritual
que es un cántico hacia el cielo,
Con sus rimas y leyendas
nos traslada por los sueños,
de golondrinas colgando
sus nidos entre los nuestros.
El soneto en el papel
era dama de los vientos,
alejandrinos de gloria,
ritmo y plástica sus versos.
Rosa de fuego en su pluma
y en su verso un olmo seco,
duerme lejos de su tierra,
duerme lejos de su pueblo.
Neruda, poeta errante,
del amores libres, sin miedos,
niégame la luz si quieres,
tu risa nunca, que muero.
Por el andamio de flores
escalaré yo tu huerto,
poeta de libertad
encerrado entre recuerdos.
Nada importa en esta vida
si a mi lado no te tengo,
cuando la muerte te llame,
yo iré contigo al infierno.
La Reyna Roja
Garcilaso, San Juan, Bécquer, Rubén
Darío, Antonio Machado
Pablo Neruda, Miguel Hernández, Ana
Rey
jueves, 5 de marzo de 2015
TORMENTA
TORMENTA
Siento en mi tu calor
tu besos de pasión y tu dulzura
la savia de tu amor
enerva mi locura
en noches de placer y de ternura
El roce de tus manos
troquelan el pudor y la conciencia
entre ritos paganos
se quema mi inocencia
y en tu fuego, se anula mi
existencia.
Por olas turbulentas,
batidos en la mar desesperada
en íntimas tormentas,
vorágine enlazada
con truenos de pasión y marejada.
La Reyna Roja
GUARDADO
GUARDADO
He guardado tu cara en cada verso,
en cada melodía, en cada rima,
en cada amanecer, en cada esquina,
en la corteza azul del universo.
He guardado tu beso en el reverso
del libro de poemas que me anima
cuando la soledad se me echa encima,
lo giro, y en tus labios quedo
inmerso.
He guardado la calma de tu risa
en la sala vacía de mi mente,
esperando el regreso de tu brisa.
He guardado la luz de tu mirada
en la aurora que al alba se divisa.
y así nunca mi luz, quede apagada.
La Reyna Roja
MAIRENA
MAIRENA
Tu cante se fraguó con el martillo,
las notas en el yunque van sonando,
el fuego en tu garganta va forjando,
del cante su requiebro y estribillo.
Ilustre catedrático del arte,
maestro en seguiriya y bulerías,
estudioso de cantes sin teorías
razones incorpóreas por su parte.
De Niño de Mairena a Don Antonio
Doctor “Honoris Causa” coronado
y dueño de un insigne patrimonio.
Nació el duende de él y el matrimonio
del arte delirante conservado,
como fuente de raza y testimonio.
La Reyna Roja
EL ABUELO Nemesio
EL ABUELO Nemesio
¿Mis abuelos? no los llegué a conocer
mas Nemesio los suplió con su querer.
Pasábamos los días de primavera
bajo la suave sombra de la higuera,
sentados en un banco de madera
me contaba su vida y su quimera.
Un vecino mayor, ciego y gruñón,
el abuelo del barrio, el corazón.
Cada día deseaba yo volver,
esperando con ansia verdadera
escuchar y asimilar cada lección.
Las calles de Madrid fueron su vida.
y era su enseñanza más querida
Había sido en su vida muchos ero,
hostelero, cartero, camarero,
de las Ventas por placer, portero:
Burgalés, pero “gato” callejero.
Premiaba sus preguntas con un duro,
decía que sin saber, no había futuro.
Fue mi abuelo, yo nieta consentida
mi yayo de adopción y el verdadero
amigo grandullón, el más seguro.
La Reyna Roja
NOCHE
NOCHE
Se va ocultando allá en la lejanía
uniendo entre sus manos los colores,
pinta con su calor al mar de amores
y en su espuma se pierde un nuevo día.
La mar estalla henchida de alegría
de gozo y de pasión llegan rumores,
oleadas de orgasmos interiores
que en crestas y resacas se fundía.
Son mágicos los rojos que se tiñen
en la línea que une luz y vida
donde el amor, el cielo, el mar se ciñen.
Otra noche de amor que no se olvida
¿Vendrán noches, que nada se escudriñe?
Mas regresa, que eres
bienvenida.
La Reyna Roja
LLUVIA DE ESTRELLAS
LLUVIA DE ESTRELLAS (acróstico)
Llueven millares de estrellas;
Luna de agosto transita,
Una belleza infinita
Velará hoy nuestras huellas
Irradiando sus centellas.
A la mirada infinita
Dedícate unos minutos
Esta noche a contemplarlas.
En la tierra decididas
Siguen la ruta del viento
Titilando en movimiento
Raudas corren, y rendidas
Esconden su luz unidas.
Lloran y apagan su brillo;
La luna las ha eclipsado
¡Ay! qué guapa se ha mostrado.
¡Se ha vestido de amarillo!
La Reyna Roja
EL PUERTO
EL PUERTO
La noche va cayendo lentamente
y lo lejos se enciende en el camino
la luz que delimita tu destino
mientras luchas y llamas a tu mente
Deambulas con la sombra de la muerte
batiéndote en un mutis asesino
te agarras a la fe del peregrino
y la niebla se aleja displicente.
Despiertas con la luz que da el amor,
el abrazo del sol y la belleza
de encontrar en la playa su calor.
De nuevo sobre el barco, sin temor,
surcando las tormentas con firmeza
al abrigo de un puerto protector.
La Reyna Roja
EL VIAJE
EL VIAJE
Un crucero de lujo en la maleta
por los anchos océanos de la vida,
vuestra nave ha zarpado decidida
en busca del hogar en el planeta.
Muchos años viajando hacia la meta
bajo la tempestad y la embestida
y de vuelta, a esperar otra batida,
con la vista entre el rojo y el
violeta.
La galerna, de nuevo amenazante
se cierne de la proa hacia la popa,
mas esta vez la ola es más gigante:
proyectando tu cuerpo, cual marsopa,
a una isla desierta y ondulante;
bajo una nube negra, que te arropa.
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