A ti, mi amiga Gladys
Tu miedo en silencio gritas
con la fuerza de la mente,
desplegando indiferente,
temores que nunca evitas.
Esperas letras escritas
con sentencia suficiente,
que dictamine congruente
la paz que tú necesitas.
En la soledad y el miedo,
tu defensa ya consiste,
en buscarme con denuedo.
Levantas la cara quedo
y tu boca se resiste
a gritar, pero yo puedo,
darte mi apoyo y mi credo,
amiga llama. ¡Te espero!
La Reyna Roja
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