FRENTE AL MAR
Sentados en la arena frente al mar
mirando anochecer bajo la bruma
salpicados los cuerpos con la espuma,
de las olas que rompen al llegar.
El cielo les mostraba su hermosura;
lentamente el amor se desnudaba
el frío en un abrazo los juntaba
uniendo sus perfiles de locura.
De tanto amor la noche se hizo alba,
el sol se apoderó de aquél aliento,
parando la velocidad
del viento
su rayo ultravioleta color malva,
devolviendo a sus cuerpos la tibieza,
prendiendo con su luz la luna llena
que vuelve presurosa
hasta la arena,
colmándolos de amor con su belleza.
La Reyna Roja
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