SUS MANOS
Sus manos, son
palomas que cansadas
en tu espalda se posan suavemente,
se deslizan tranquilas por la ardiente
pendiente de tu cuerpo aliviadas.
En tu solaz, descansan condenadas
al placer, con un sentido consciente
de tu cuerpo, traspasan la corriente,
bebiendo en tu caudal regocijadas.
Cautivas de tu cárcel se transforman,
en un abrazo suave como el viento,
bebiendo en cara poro de tu piel;
han de emprender su vuelo, no hay forma
de vivir sobre ti sin el tormento,
de perder la libertad en tu vergel.
La Reyna Roja
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