TE VI
Miré, y por un momento vi pintada en el cielo,
su sonrisa de niña reflejada en la estrella
que lucía en la noche su vestido grosella
y una tiara de perlas, formadas con el hielo.
Su pelo con el viento se enredó en el pañuelo,
de una nube curiosa que al ver que era tan bella,
la siguió sigilosa sabiendo que era ella,
la mujer adorada que me parió en el suelo.
Tenía el resplandor del sol en su mirada,
un corazón alado, daba luz a su pecho
que alegre palpitaba notando mi llamada.
Su sonrisa es un broche, abrochado en mi lecho,
mientras esté dormida, me sentiré cuidada
su estrella luce roja, pintada sobre el techo.
La Reyna Roja
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