INOCENCIA VENDIDA
Su inocencia camina,
de la mano del hambre y la codicia,
sentada en una esquina,
espera agazapada la caricia
del turista animal,
que compra su pureza sin moral.
Su dolor la hace inerte.
La fuerza de su tierno corazón,
dicen que es la más fuerte,
que la empuja a vender sin ilusión
su cuerpo aún pueril,
por algunas monedas del reptil.
La Reyna Roja
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