TERROR
La noche tiende su manto
en la soledad del alma,
devorando con su sombra
la luz, que a su paso apaga,
sembrando melancolía
y un clamor sordo que calla,
sembrando miedo y terror
la tormenta que desata;
truenos que rompen silencios,
rayos que la noche aclaran
y con la lluvia
insistente,
golpeando la ventana.
El miedo se agita libre,
vuela por toda la casa,
envolviendo con locura
los gritos en la garganta,
ahogados en el pozo
de la soledad olvidada.
La Reyna Roja
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