Esta poesía se la dedico a Mayra, amiga de mi hijo Rubén. Viajera infatigable, como él
CAMINANTE@
Caminante no hay camino
decía Don Manuel Machado.
Se hacen caminos por la vida
veredas que se encumbran,
vivir en la avaricia de vivir
del tiempo y el destino.
Viajar y ver el mundo
entre gente admirable
otra que no lo es tanto
conocer al ser humano.
Alemania, Francia, España.
El andar del caminante
descanso del soñador
conocimiento del hombre,
del llanto, del desconsuelo,
del viajero atolondrado
por conocer el infierno
de la tierra y sus diablos.
Caminos por recorrer
amaneceres de ensueño,
atardeceres soñando
y comer no es lo primero
el mañana vuelve pronto.
En la curva del camino
habrá un pedazo de pan
una cama, o algún río
para poder descansar
reponer fuerzas el cuerpo,
nadar como pez perdido,
desnuda, hasta un ancho puerto.
Caminar y caminar,
los llanos saludan nobles,
los riscos saltar, cual gamo
a las montaña llegar
y absorber en esta el ansia,
de abarcar y exprimiendo
entre sus manos el mundo entero.
Caminos a veces negros
a veces algo escarpados
entre tumultos de fuego
tal vez desiertos secanos.
En uno de esos caminos
en este país lejano,
encontrando entre tinieblas l
uces que alegran el tiempo,
lejos de amigos y hermanos
encontré en otros puertos
la alegría de estar viva
de conocer a los amigos
que se hacen caminando.
La Reyna Roja
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