CAMINO
Camino por la letras escondida,
puede más la afición que la destreza,
y confunde el cerebro la proeza
del mundo, que mi mente consentida,
no logra descifrar, está perdida
en laberintos ciegos de tristeza,
sin prestar atención a la belleza
que nace con el sol a darme vida.
Me pierdo en horizontes olvidados,
buscando en cada tramo la cordura,
que dejé sin querer al suelo atados.
Se encienden mis candelas de locura,
del dédalo se sienten liberados
gritos, que en el papel son de dulzura.
La Reyna Roja
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