NOCHE DE TERCIOPELO
Espero en la penumbra tu llegada,
unas velas regadas por el suelo,
te marcan el camino donde el cielo
se junta con la tierra enamorada.
Te desnudo despacio, recreada
en tu piel, -antes suave terciopelo-,
voy cubriendo tu cuerpo con un velo
de besos, de caricias y callada,
te atraigo hasta mi cuerpo palpitante,
buceo en él con todos los sentidos,
bebiendo icor divino de tu amor.
Descanso en tus brazos vacilante
buscando en el zaguán de los olvidos
el camino de vuelta a tu fervor.
La Reyna Roja
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