SÁTIRA VERANIEGA

SÁTIRA VERANIEGA

En la playa tumbada a la bartola

tostándome a la plancha vuelta y vuelta,

nadando en el sudor que me abandona.

Vacaciones de playa bien resuelta

a lucir look de estrella de portada

¡sencilla yo, ni muerta!. Soy resuelta.

¡Que se note que vuelvo transformada!.

despliego la toalla con oficio,

agua, sol, bronceador y piel tostada,

morena hasta los huesos soy un vicio.

Al sol dono mi cuerpo cual  vestal,

la semana que dura el sacrificio

soy color de café, piel de cristal.

Fardar del bronceado en vacaciones

                 envejece la piel "con dos razones".

La Reyna Roja

“VACACIONES”

Cuatro meses fraguando qué destino

será la residencia en vacaciones:

-Comienza la odisea del camino-.

Diez horas en avión “con emociones”,

“¡al fin el aeropuerto!”, hemos gritado.

Principio de carreras e ilusiones.

La mar nos enamora con su estado

plácido y su verdor de fantasía;

en su arena nos hemos rebozado

hasta el amanecer del nuevo día.

Queremos descubrir el universo

en solo una semana, ¡qué ironía!,

el tiempo nos descubre que es perverso.

Necesitas un mes de vacaciones,

si no quieres volver en algodones.

La Reyna Roja

ENSÉÑAME TÚ

ENSÉÑAME TÚ

Enséñame a escribir tu nombre amado

en el brillo profano de mis ojos,

enséñame el refugio que has creado

donde guardas caricias en manojos,

Enséñame tu abrazo deseado

que llena mis mejillas de sonrojos,

enséñame tu sueño edulcorado

con jarabe de menta miel e  hinojos.

Enséñame a mirarte con el alma

y descubrir la paz que hay en tu puerto,

enséñame a buscar en ti la calma

liberando mis noches del desierto,

enséñame a entregarme sin temores

a la lucha del cuerpo contra cuerpo,

enséñame a querer sin los errores

de los celos que acaban con mi aliento.

Enséñame a quererte como amante

desechando las dudas y temores,

enséñame a perderme cada instante

en tu jardín de sueños y de amores,

enséñame a ser como el sol brillante

que da la luz creando los colores,

enséñame la vida en un instante

enséñame a ser flor entre las flores.

La Reyna Roja

LOCA DE AMOR

LOCA DE AMOR

Tengo tus besos al alma pegados,

tengo tus risas sonando en mi ser,

tengo tu vida en mi piel de mujer,

tengo los te amo en mi cuerpo pintados.

Con tus caricias y mimos dorados,

soy prisionera que vuelve a nacer,

entre tus brazos me veo crecer,

muero en la noche, si tornan cerrados.

Puedo envolverme en locura por celos,

muero de envida si veo te miran,

hasta del aire me siento ofendida,

cuando en la noche te envuelve su cielo.

Ese que cubre tu tiempo y que gira

sobre tu mundo, robando tu vida.

La Reyna Roja

HUIDA COBARDE

HUIDA COBARDE

Perdido voy vagando por los valles

sin luz, sin ilusiones y cansado

sin deseos falaces de detalles;

el verdor de los prados se ha apagado

al ser blanco del sol y su angostura,

entre pardos y ocres ha quedado

bajo oscuros ramajes la figura

de mi pena vagando, enjaulado

en un mundo siniestro de locura.

Bajo por la ladera, llego al prado,

la memoria perdida en el olvido,

desde que te alejaste de mi lado

no florecen deseos, se han fundido,

por el alto viaducto del fracaso

en manantiales secos sin sentido.

Voy huyendo cobarde paso a paso

de toda realidad, por un capricho

de orgullo, que me hunde en el ocaso

donde toda existencia es solo un  dicho

de fuego, lluvia y llanto: Soy cobarde

y prefiero encajonarme en mi nicho,

para no ver la luz que me abocarde

a mirar otra vez los manantiales,

que la vida me ofrece cada tarde.

La Reyna Roja

UNIVERSO HUNDIDO

UNIVERSO HUNDIDO

Vi las promesas a distinta altura

en las tinieblas sin querer pensar,

entre las luces sin saber mirar,

vi resultados y me vi segura.

Peco de ver por el amor locura,

donde los años dejarán pasar

tristes suspiros, esperando entrar,

por el camino de la tierra oscura.

Quiero llegar a renacer  de nuevo,

porque la vida se llevó  mis años,

largos, fugaces, del amor vivido.

Una disculpa en mi defensa elevo,

algo intangible me llenó de daños,

fue mi delirio mi universo hundido.

La Reyna Roja

¿POR QUÉ?

¿POR QUÉ?

¿Por qué me esquivan tus ojos

hace más de seis semanas?

Te siento que estás muy lejos

aunque duermes en mi cama,

evitas hablar conmigo

si estamos solos en casa,

los besos antes de fuego

son ahora fría escarcha,

tus brazos que era refugio

son un desierto sin agua

y tu amor que era mi vida

voy notando que me mata.

Va borrándome los sueños,

va deshojándome el alma

llevándose mi alegría

robándome la esperanza.

¿Cuándo el tiempo nos cambió

el deseo en la mirada,

el deseo en nuestros cuerpos

por un amor sin batalla?

¡Cuando a tu mundo de nuevo

sin mediar una llamada,

otra vida se sumó

descontrolando tu calma!

¿Por qué me esquivan tus ojos

hace más de seis semanas?

Te pregunto cuando sales

con tu maleta de casa.

La Reyna Roja

GOTAS DE LLUVIA

GOTAS DE LLUVIA

La lluvia fue cayendo convirtiéndose en río

sonando entre los huecos de las piedras dormidas,

de un lado resbalaba corriendo la ladera,

del otro se fundía en las raíces perdidas.

El río va subiendo y acariciando tierras

con locas aventuras vividas en carrera,

amores y mentiras impulsaban su cauce

sorpresas y temores cobijaban sus sierras.

Sigue cayendo el agua bajando por los ojos

de puentes escondidos en las hoces profundas,

llegando hasta los valle rumoroso estridente

llevándose a su paso las piedras y la arena.

Baja alegre su cauce por las sinuosas curvas

del cuerpo deseable de la tierra, engendrando

la vida, deslizado placer en sus riberas ,

dejándolas vestigios de su paso en la vega.

Arrecia la tormenta, que amante sobre el río,

araña con sus gotas los riscos a su paso,

se crece como amante con ansia denodada,

su tiempo va mermando se pierde en la hondonada.

Con pálidas caricias la lluvia va cediendo,

dejando paso al sol tranquilizado el cauce

que se acerca a la mar rindiéndose al destierro,

las gotas ya calladas lamen su dulce cuerpo.

Descalzo en la mañana, sobre el delta despierta
soñoliento y salvaje,  atado está con sus riendas,
sin grandes ceremonias le encaminan y encierran
en la boca profunda del mar, su fosa eterna.

La Reyna Roja

DIFÍCILES PALABRAS

DIFÍCILES PALABRAS

La vida siendo larga aún es corta,

nunca saber, se puede lo que ansias,

descubro mi ignorancia muchos días

intentando escribir, me quedo absorta,

pensando sin llegar a trasladar,

lo que nada en la mente se refleja

al papel, que esperando en la bandeja

oculta su dolor, por no encontrar,

las palabras que espera de mi pluma,

el contacto caliente de mis dedos,

el suave cosquilleo y los enredos

que en su cuerpo de leña se difuma.

Con gran desolación a mí se suma,

lo ignoto que es el  verbo de mis credos,

se espantan las palabras por los ruedos,

vacíos en el tiempo que se esfuma.

Difícil encontrar palabras llenas,

si es parca la experiencia que has vivido,

naturaleza muerta sin sentido

en maceta de barro todas plenas

de flores y pulgones por decenas.

La fauna, solo humana, se ha extendido,

por suelos de hormigón, casas con ruido,

no puedes escribir si te enajenas.

Me dispongo a rimar con mi ignorancia,

el papel salta ahora de alegría,

mi verbo supliré con fantasía,

mis letras con retazos, sin jactancia.

La prosa me transporta por la infancia

a un mundo de en qué todo lo quería,

del verso me seduce su alegría,

su pasión, que encadenan mi constancia.

La Reyna Roja

PERLA BLANCA

PERLA  BLANCA

Perla blanca, la ardilla juguetona,

se dirige al horcajo del trigal,

camina jubilosa a su destino

huye de las rapaces agresivas.

Feliz de rama en rama, retozando

se encamina a su sueño, bailarina,

su mochila repleta de recuerdos,

consejos en su mente que no expiran.

El sol amarillea ya en el bosque

y una sombra se cierne en su pupila

apagando la luz de su camino.

-Un azor se ha prendado de su vida-.

Rondaban las abejas por los brezos

espantando a la sombra intempestiva,

mostrándole al azor que sobre el lago

un unicornio azul le sonreía.

Mas la sombra cayó, clavó  sus garras

en el cuerpo indefenso de la ardilla.

La Reyna Roja

TE SEGUIRÉ

TE SEGUIRÉ

De la mano del odio voy andando

sufriendo de su estigma ponderable,

la senda se me vuelve inexpugnable,

posesa de tu mal, voy arrastrando.

Errante y vagabunda estoy buscando,

el sabor y el recuerdo inconfesable

de tu cuerpo, esencia imperdurable,

sellada con tus besos y embriagando

con tu olor las sabanas, que me cubren

el cuerpo de la impura desnudez

y del dolor del alma que se engaña.

Te sigo hasta el infierno si te atrapan

las armas de la muerte y su avidez

lujuriosa de ser por siempre amada.

La Reyna Roja

TE SEGUIRÉ

TE SEGUIRÉ

De la mano del odio voy andando

sufriendo de su estigma ponderable,

la senda se me vuelve inexpugnable,

posesa de tu mal, voy arrastrando.

Errante y vagabunda estoy buscando,

el sabor y el recuerdo inconfesable

de tu cuerpo, esencia imperdurable,

sellada con tus besos y embriagando

con tu olor las sabanas, que me cubren

el cuerpo de la impura desnudez

y del dolor del alma que se engaña.

Te sigo hasta el infierno si te atrapan

las armas de la muerte y su avidez

lujuriosa de ser por siempre amada.

La Reyna Roja

SOLEDAD

SOLEDAD

Te busco en el silencio, soledad,

y la verdad,

añoro nuestras noches en la alfombra

bajo la sombra

de una luz apagada en el salón

y una canción.

llena mi soledad, soledad llena

de emoción.

Liberando mi vida de condena

la verdad no hace sombra a tu canción.

La Reyna Roja

CON EL ALBA

CON EL ALBA

Desperté con el alba, sobre una cama fría,

tu cuerpo antes de fuego, de hielo parecía,

lentamente en la noche, tu vida se perdía,

sólo mi nombre tenue, de tu boca salía.

La llama de tu vida, despacio se apagaba,

tu mirada vacía, mi mirada buscaba,

el aire de mi boca, yo en tu boca insuflaba,

pero la parca terca de tu mano tiraba.

Te fuiste cuando el día despuntaba brillante

sin mirar hacia atrás del brazo de tu amante,

sin tiernas despedidas solo un final distante

porque tu corazón, se paró en un instante.

Te busco cada noche, cuando sale la luna,

cerca del horizonte, donde el cielo se aúna

con la mar azulada, con la diosa fortuna,

-aunque elegiste, amor, ser polvo en una duna-.

La Reyna Roja

LA NOCHE AMANTE

  

LA NOCHE AMANTE (Cuaderna Vía)

La noche extiende el velo de su sombra primera,

usurpa los colores al sol sin que este muera,

dejado al horizonte que en rojos se rompiera,

apaga poco a poco la luz de media esfera.

Se presenta galana; cargada de alegría,

con un manto de estrellas y la luna de guía,

se apodera del cielo mostrando su energía

fundiendo las pasiones con la melancolía.

Todo un mundo de sueños, despliega ella elegante

y, en la oscura tiniebla, nos desvela incitante

su colosal silueta, su espacio apasionante,

placenta de la tierra y su mejor amante.

La Reyna Roja

DUELE, NO DUELE

DUELE, NO DUELE

No me duele sentirme en el vacío

colgada por los pies y boca abajo,

no duele ser papel sin un rayajo

me duele ser la sombra del hastío.

No me duele sentirme en el estío

un fantasma pendiente del trabajo,

sabiéndome persona que no encajo

en un club de estrellas de tronío.

No me duelen sus luces rutilantes,

son sombras en las sombras del bosquejo;

linternas que se agotan tiritando,

si no son encendidas con brillantes

fantasías, sus destellos quedan lejos.

¡Me duele no saber que están pensando!

Ahora recordando,

recuerdo que no quiero recordarlos.

¡Qué irónico, resulta no olvidarlos!.

La Reyna Roja

TIEMPO INEXORABLE

TIEMPO INEXORABLE

Te devuelve el espejo la mirada

mostrándote tu cuerpo sin engaños;

tu mente se revela por los daños

que la vida en tu piel dejó marcada.

Añoras esa imagen que los años

te robaron, dejándote clavada

en el cristal que miras apenada

haciéndote sentir que sois extraños.

El tiempo va pasando inexorable

engañando el ayer con experiencia

sin dejar de sentir el fin del día.

La cuesta se presenta inexpugnable,

tu prisa se cambió por la paciencia, 

tu belleza por la sabiduría.

Miras con gallardía,

tu cuerpo ya no guarda su figura,

pero sigue teniendo su apostura.

La Reyna Roja

MI NIÑA

MI NIÑA   ( Patoum)

Mi niña siempre soñando

quiere la luna alcanzar .

Con las velas va danzando

buscado una ola en el mar.

Quiere la luna alcanzar

sumergirse entre sus brazos.

Buscando una ola en la mar

que la lleve a los sargazos.

Sumergirse entre sus brazos

en un mar de luz azul.

Que la lleve a los sargazos

en una barca de tul

En un mar  de luz azul

la pequeña está nadando.

En una barca de tul,

¡mi niña, siempre soñando!.

La Reyna Roja

TU PODER

TU PODER

Tú secoya gigante que habitas

en jardín florido,

entre rosas  narcisos dormitas

te crees querido.

Por el sol que calienta tus ramas

dándote la vida,

por el agua que apaga tus flamas

del cielo caída.

Eres rey de la corte floresta

que a tu sombra vive,

el altivo señor que desdeña

desprecia, inhibe,

Te desgastas queriendo poder

en vida, sabiendo

que con ello les robas querer

seguir viviendo.

Les apagas sus vidas con sombra

acallas sus risas,

no les llega la luz a la alfombra

del suelo, ni brisa.

Poco a poco se van acamando

sobre angosta tierra,

su perfume sin dueño llorando

al viento se aferra.

La Reyna Roja

¡¡PACIENCIA!!

¡¡PACIENCIA!!

Se ha apagado la vela en mi pecho,

abatido y triste;

agoniza mi calma acabando

por sentirme libre

de la mala conciencia, la prisa

y el mal que me impide

adoptar la paciencia, deseo

de aquel Job sublime

que con tanto estoicismo la calma

en el tiempo esgrime.

Es posible agradar con la risa,

y si la impaciencia

atenaza romper la razón,

llénala con aire,

que se pierda en el cielo y no vuelva

a dañar a nadie.

La Reyna Roja

¿Qué puedo daros?

¿Qué puedo daros?

¿Qué puedo daros yo si ya no tengo,

amigos, otra cosa que el despecho

y la amarga dureza de este lecho

y el haz de huesos en que me sostengo?

Saber adónde voy, de dónde vengo,

desmenuzar mi vida trecho a trecho,

no me concede apenas el derecho

de hurgar en la raíz de mi abolengo.

Y es que, después de todo, en esta vida,

regalo de carácter inconcreto,

laberinto de oscuros callejones,

apenas se ha de oír la bienvenida

y quizá sólo Dios sepa el secreto

de este andar con el llanto en los talones.

Ángel Cazorla Olmo

NOCHE DE TERCIOPELO

NOCHE DE TERCIOPELO

Espero en la penumbra tu llegada,

unas velas regadas por el suelo,

te marcan el camino donde el cielo

se junta con la tierra enamorada.

Te desnudo despacio, recreada

en tu piel, -antes suave terciopelo-,

voy cubriendo tu cuerpo con un velo

de besos, de caricias y callada,

te atraigo hasta mi cuerpo palpitante,

buceo en él con todos los sentidos,

bebiendo icor divino de tu amor.

Descanso en tus brazos vacilante

buscando en el zaguán de los olvidos

el camino de vuelta a tu fervor.

La Reyna Roja

TE QUIERO AMIGO

TE QUIERO AMIGO

Fernando eras mi amigo;

pediste mi amistad con un dibujo

que conservo conmigo,

mi pelirrojo brujo,

yo no pasaba un día sin tu abrigo.

Dejaste el sufrimiento

que te ataba a la vida amargamente,

no me diste el momento

de sentirme valiente,

para decirte adiós desde esta fuente.

Espero cada día

a las once un mensaje en el trabajo,

con cariño decía,

te quiero amiga mía,

vive y manada el curro ya al carajo.

La Reyna Roja