Paseo por los campos entre mieses
el trino de la alondra escuchando
y el susurro del agua que bajando
se pierde entre los riscos y cipreses.
Silencio, paz, capricho de burgueses
se va enganchando a mi y caminando
va tornando en placer, está borrando
mi fobia sin razón de tantos meses.
Voy cambiando de vida y entretanto
veo salir el sol sin niebla espesa
despierto con el gallo sin quebranto.
Mi ciudad, eres todo un encanto
pero infiel te seré, en la dehesa
corriendo por los cerros ¡sin un llanto!
La Reyna Roja
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