El otoño se acerca muy tranquilo,
amarillos los campos en el valle,
los pájaros sin prisa y sin detalle,
alejándose buscan otro asilo.
El fuego ya crepita con sigilo
en el hogar sereno, en la calle,
agita el viento y ciñe al fino talle,
como abrazo robado, sobre el Nilo ..
Descansar del calor del largo estío,
volver a preparar el largo invierno,
que sin sol y con lluvia, se hace eterno.
Querer vivir el tiempo en el vacío,
olvidar la condena del infierno,
pintar la primavera en un cuaderno.
La Reyna Roja
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