CINCO SENTIDOS
Unimos nuestros cuerpos sembrándonos caricias,
callando en nuestras bocas los tímidos gemidos
que provocan las manos buscando las delicias
de la piel, escondida, tras los cinco sentidos.
Miradas taladrantes y ardientes de deseos,
jadeos que se cuelan y aceleran los ritmos
de aromas que el amor oculta en logaritmos
y la boca resuelve besando sin rodeos
cada trozo de piel desatando el anhelo,
de libar en la flor bañada de rocío
que espera la llegada del dulce escalofrío
y el éxtasis que el trueno esparce por el cielo.
Volando en una nube, perdidos en la gloria,
descansan nuestros cuerpos unidos por el lazo
de la pasión rendida que duerme en el abrazo
esperando otro roce que despierte la euforia.
La Reyna Roja
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