HAMBRE
Su estómago es una
sinfonía
con un chirriar constante de sonidos
que suben hasta entrar en los oídos
clamando por su pan de cada día.
Siente que suben y bajan a porfía
los gases y campean decididos
a no darse en la lucha por perdidos,
sin comida, silencio ya no habría.
La vista viene y va a
ninguna parte,
no encuentra ni una miga en la panera
y ve con gran placer por un instante
su salvación, mirar en la nevera.
Tan blanca tan vacía y tan sin vida
que ruge en su interior ahora una fiera.
La Reyna Roja
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