TU DESTINO
No fue largo ni angosto tu camino,
una alfombra de flores lo marcaba,
el trino de las aves te alababa
y el éxito sellaba tu destino.
Eras la abeja reina en la colmena
rodeada de zánganos gentiles,
de mieles y de cera eran serviles
y a tus pies anudan su cadena,
Reinabas en tu búnker caprichosa,
nadie osaba brillar más que tu brillo,
guardaban su fulgor en el bolsillo
esperando a su hada poderosa.
Una mañana el cielo despiadado
agachó tu arrogancia con sus rayos,
alejó con un trueno a tus vasallos
y acabó con tu hoy y tu pasado.
La Reyna Roja
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