¡TÚ, AL INFIERNO!
El bien y el mal en la tierra
me mostraban como cebo
si eres buena irás al cielo
y al infierno te destierra.
Si eres mala, allí te encierra
el maligno entre las brasas
y pagarás unas tasas
en el fuego sin piedad
por toda la eternidad
pero él nunca te abrasas.
A las puertas del averno
me arrojaron desde el cielo
cuando la parca en su celo
me subió ante el paterno.
Y este dijo, ¡tú, al infierno!
“Creo que me aceptarán”
Entro como un huracán
muy segura y decidida
y a Bast me encuentro prendida
en los brazos de Satán.
Esto es vida, ¡que ilusión!
con calefacción central
juerga por un vendaval
en el ambiente pasión.
Solo me falta un porrón
para completar la fiesta,
y mi amor, que en una gesta
con músicos y pintores
filósofos y escritores
me dejó sola y compuesta.
La Reyna Roja
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