NACÍ PARA MORIR
En Madrid nací al mundo, no nací, me nacieron
una noche invernal, lloraba blanca nieve;
mi carácter forjado con la fuerza del golpe
de endemoniadas diosas de la Patria y de Dios
¿A qué llegué yo al mundo? A aprender a vivir
y en ese aprendizaje siempre encontré una luz:
retoños de mi cuerpo surgieron a la vida
otros por el camino, dejaron soledad,
He estado aquí y allí, quizás en cualquier parte,
he luchado y perdido y luchado otra vez,
ya casi nunca miro las piedras del camino,
la tierra prometida, ahora sé, que no existe.
Cuando llegue la hora me iré con la estrellas,
yo sé porque nací, nací para morir.
La Reyna Roja
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