MMXII
Universo impasible, silencioso
invitando a vivir en tus planetas,
conviertes a la noche en algo hermoso
con luces rutilantes de cometas.
Perdida en el encanto misterioso
de galaxias brillantes y siluetas,
escudriño la luna tembloroso,
en Pegaso, marcando mil piruetas.
Vuelvo a mirar el vacío de la noche
asomada al abismo negro, eterno,
que atesora la luz sin gran derroche,
abrazada a tu cuerpo yo hiberno,
me quedo a dormir sin un reproche
entre la luna blanca y el largo invierno.
La Reyna Roja
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