viernes, 20 de abril de 2012

ME VUELVO A LA NADA



ME VUELVO A LA NADA

 No note la soledad
porque el tiempo apremiaba
 no dejaba ni pensar
 no dejaba ni sentir.
No me importaba la vida
no me importaba el dolor.
    . Todo era vivir con prisa
 la orilla siempre esperaba
 nunca llegaba, el cansancio,
frenaba las esperanzas.
La soledad no era carga
 la soledad era amiga,
 la amiga que acompañaba
 el vacío que escondía
cada amanecer, sin alma,
 cada anochecer, perdida.
No noté la soledad
siempre fui pisando fuerte
abarcando las distancias
retirando las barreras
rompiendo muros
saltándome las murallas,
 sin permitir pensamientos
cerrándome a la añoranza.
¿Por qué?
¿Por qué llegaste?
 ¿para romper el silencio?
 llenándolo de esperanza?
 ¿para unir tu soledad
a mi soledad amada?
Y dejarme en la cuneta
 tirada una mañana.
Me engañaste con tus besos
 dominando mi coraje
-aplacando a la salvaje
 que sobrevivió en la estepa-
clavaste el dardo tan hondo,
 que no hay doctor que lo saque
 ni medicina que cure
la dolorosa experiencia.
Me confié a tus caricias
 borré el halo de añoranza,
te confié mi soledad
la devolviste doblada.
Haciendo mis noches tristes
y más tristes mis mañanas,
nunca pensé que sería
 tan dolorosa la idea
 de volver a ser la dueña
 de la soledad que ahora
me pesa como la losa
que mis hombros, no soportan.
No pude pensar que un día,
 la soledad me abrumara
que fuera la compañera
que mi vida soportara,
 tu la alejaste de mi
 hiciste que la olvidara.
 Ahora me la devuelves
 envuelta como un regalo
 con una rosa amarilla
atada con lazo rojo
 y una tarjeta que dice.
¡Sólo la cogí prestada,
 me cansé de andar con ella
se me hacía muy pesada,
 tu soledad te devuelvo
y yo, me vuelvo a la nada!

 La Reyna Roja

1 comentario:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.