EL TREN DE LA VIDA (Soneto)
Un veintidós... llegó al tren de la vida
el traqueteo despertó su ansia de ver,
la luz del exterior impedía el volver
en el vagón quedó siempre prendida.
Cada estación marcaba una subida
desde el nacimiento puede entrever
el dolor humano queriendo envolver
la herida por el mundo infringida.
La vida fue aprendiendo con heridas
en cada bajada una nueva lección.
¡No llegando al tren, cerró la salida!
Perdió su llegada a la última estación
sin haber aprendido en la subida.
-Inflexible el tiempo, no da otra opción-
La Reyna Roja
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