GRITOS DEL SILENCIO
La estrella que tu me diste, con mi nombre en el reversoserá tu estrella en la vida, guía tus pasos callados
por el camino del mar, donde yo estaré fundida,
para poder escuchar los silencios de tus voces
cuando me quieras buscar y solo encuentres tronando,
el ruido inmenso del mar al formar una tormenta,
para obligarte a luchar con los silencios que un día
me obligaste a mi a escuchar, llorando en soledad.
Tus silencios hacen que los míos se desmadren
que salgan de su apatía, griten sonando el viento
que el dolor de tu silencio y las llagas que provoca,
se revuelvan en las nubes llenándote de silencio,
envolviendo vida entera con el profundo dolor,
con que has envuelto mi vida... ya solo escucho silencios.
Tu silencio ha conseguido hacerme algo más fuerte,
saber resistir los golpes que el tiempo tiende a ofrecerme,
levantarme en la caída apretar mis piernas fuertes,
para no caer de nuevo con gritos de amor candente,
que solo son ilusiones que a gritos el alma ofrecen,
para después sucumbir en el silencio más fuerte.
Venid gritos silenciosos, acercaros a mi oído,
haced que de tanto oíros consiga al fin compraderos,
que pueda yo descifrar lo que con ellos me dice,
entender con claridad lo que con palabras que se calla,
y al fin poderos guardar en mi corazón dolido,
junto con su amor callado que aquí se quedó dormido.
La Reyna Roja
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