SONETO AL ADIOS
No hubo reproche en si mirada
por tanto amor herido y traicionado,
por lágrimas furtivas del pasado,
por ser tantas veces despreciado.
Toda su vida a él entregada…
y ahora, ante ella, el ser amado,
mudo, silencioso, avergonzado,
la deja alejarse hacía la nada.
Abre y cierra, es tiempo de partida,
Tras la puerta dos mundos separados,
el de él mezquino y miserable.
Ella vivirá el recuerdo amable,
de cuando eran dos enamorados,
seguirá ya en desamor su vida.
La Reyna Roja
No hay comentarios:
Publicar un comentario